Comunicación interna
Reconectar para liderar. Fortalecimiento de la comunicación interna en una gran cooperativa
Industria: Alimentación
Servicios: Dirección
Resultados
Reducción de rumores internos de la organización
¿Cómo ayudamos a una gran cooperativa con múltiples delegaciones a mejorar la comunicación entre la Dirección y los equipos?
Una gran cooperativa del sector alimentación, con múltiples delegaciones distribuidas geográficamente, nos solicitó ayuda ante un problema creciente de desconexión entre la dirección y los equipos. La falta de comunicación interna estructurada estaba generando un deterioro del clima laboral, proliferación de rumores y una pérdida de sentido compartido. Nuestra misión fue reconectar la organización a través de un sistema de comunicación interna más claro, accesible y bidireccional, alineado con la cultura cooperativa y centrado en las personas.
El reto
La cooperativa había experimentado un crecimiento sostenido y una expansión territorial que no vino acompañada de una evolución en sus canales y prácticas de comunicación interna. Como resultado, las delegaciones operaban con escasa visibilidad sobre las decisiones estratégicas, y los empleados percibían una falta de escucha por parte de la dirección.
La desinformación generaba incertidumbre, resistencia a los cambios e interpretaciones erróneas de mensajes clave. Esta situación afectaba negativamente al compromiso, a la colaboración entre centros y a la percepción de cohesión organizativa. El reto era diseñar un sistema de comunicación cercano, efectivo y sostenible, que ayudara a reconstruir puentes internos y reforzar la cultura cooperativa.
Nuestra intervención
Iniciamos el proyecto con una auditoría de comunicación interna, en la que analizamos los canales existentes, los flujos de información, la frecuencia y el contenido de los mensajes, así como la percepción que los distintos colectivos tenían sobre la comunicación en la empresa.
A partir de los resultados, diseñamos un plan de mejora a medida, enfocado en tres pilares: sistematización de los flujos informativos, desarrollo de competencias comunicativas en los líderes y creación de espacios de participación.
En primer lugar, se redefinieron los canales formales e informales de comunicación, estableciendo circuitos claros para el envío de mensajes corporativos, actualizaciones estratégicas y comunicados operativos. Se incorporaron nuevos formatos más visuales, breves y adaptados a los distintos perfiles de la plantilla.
En segundo lugar, se impartió formación a mandos intermedios en liderazgo comunicativo, ayudándoles a convertirse en transmisores eficaces de la visión y facilitadores de conversaciones significativas en sus equipos.
También se crearon espacios específicos para compartir información y recoger inquietudes del personal, tanto presenciales como digitales: cafés informativos, buzones de sugerencias, reuniones de escucha activa y actualizaciones mensuales desde la dirección.
Todo ello se integró en una estrategia de comunicación interna coherente con los valores cooperativos, orientada a la transparencia, la cercanía y la bidireccionalidad.
Los resultados
El proyecto tuvo un impacto positivo y medible en varios ámbitos:
Se logró una mejora del clima laboral, con mayor confianza en la dirección y percepción de cercanía.
Se registró una disminución del 30 % en los rumores internos, gracias a la claridad de los mensajes y la agilidad en la transmisión de información.
Los empleados comprendieron mejor el propósito y la estrategia de la cooperativa, reforzando el alineamiento organizativo.
La participación en iniciativas corporativas aumentó un 45 %, señal clara de mayor compromiso y sentido de pertenencia.
Los mandos intermedios mejoraron su capacidad para liderar conversaciones relevantes y gestionar la comunicación con sus equipos.
La dirección ganó herramientas para tomar el pulso a la organización y anticiparse a posibles focos de tensión.
Conclusiones
Este caso demuestra que una comunicación interna bien diseñada no solo mejora la información que circula dentro de una organización, sino que transforma las relaciones, fortalece la cultura y potencia el liderazgo.
Gracias a un enfoque estratégico y participativo, esta cooperativa logró restablecer el vínculo entre dirección y equipos, reducir la fragmentación interna y consolidar una cultura organizativa más abierta, conectada y alineada con sus valores. La comunicación dejó de ser un canal unidireccional para convertirse en una herramienta clave de cohesión y transformación.
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