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 ¿Se puede ser feliz en el trabajo?, ¿Merece la pena intentarlo?

Como psicóloga puedo afirmar que podemos aprender a ser felices en el trabajo, y que merece la pena intentarlo. Lo veremos durante esta semana en los 3 posts que publicaremos sobre este controvertido tema.

En realidad, ¿para qué serviría la psicología?, ¿cómo podríamos ayudar a las personas, si fuera cierto que para que se sintiesen felices necesitaríamos cambiar las circunstancias que rodean su vida? Los psicólogos podemos conseguir muchas cosas, afortunadamente, pero no figura en nuestro repertorio que podamos “cesar” a determinados jefes, cambiar a ciertos compañeros de trabajo, o subir el salario a niveles que cubran todas las necesidades.  A pesar de todo, somos extraordinariamente útiles para lograr que personas con vivencias y circunstancias adversas consigan superar las dificultades que les ahogan, alcancen sus objetivos y disfruten de esa paz y bienestar interior que tanto anhelamos cuando nos sentimos mal.

 

¿Cómo nos pueden ayudar los psicólogos a ser felices en el trabajo?

 

Sin duda, trabajando a fondo con cada persona. Analizaremos su caso concreto, potenciaremos los mecanismos y los soportes que le permitirán superar su crisis y descubriremos conjuntamente todas las enseñanzas que encierra esa difícil etapa que está viviendo. Lo conseguiremos utilizando los recursos que ya tiene, y que a veces desconoce, pero además desarrollaremos y fomentaremos aquellos que aún no posee, para lograr que su vivencia y su realidad sean diferentes.  

Uno de los principales secretos para ser felices en el trabajo es saber interpretar lo que ocurre a nuestro alrededor y, para ello, será crucial que sepamos observar, que analicemos bien y que estemos muy atentos a la comunicación no verbal, porque esta última siempre es más fiable. De hecho, cuando se produce confusión, tendremos que dar instrucciones claras y precisas para reconducir la situación.

 

El trabajo está en el origen de gran parte de nuestro malestar

Un estudio que realizamos sobre 1.509 personas que nos pidieron ayuda porque se sentían mal y tenían niveles altos de ansiedad, nos demostró que, aproximadamente, el 40 de su ansiedad tenía su origen en temas laborales y que en el 25% de las dificultades de la pareja, el trabajo tiene un protagonismo clave.

Igualmente, comprobamos que los principales problemas surgían en las relaciones con los compañeros, en menor proporción con los jefes y pocas veces con los colaboradores.

Afortunadamente, desde la psicología tenemos una serie de recursos y claves que nos ayudarán a encontrar la felicidad que buscamos.

 

Principales claves para ser felices en el trabajo

  • Si controlamos nuestros pensamientos, seremos dueños de nuestras emociones.
  • Pensemos y actuemos en positivo.
  • Comuniquemos bien y sepamos interpretar lo que ocurre a nuestro alrededor.
  • Tengamos claro lo que queremos hacer.
  •  Aprendamos a decir NO sin sentirnos mal.
  • Hacer las cosas lo mejor posible, pero no pretendamos alcanzar siempre la perfección.
  • Recordad que el trabajo es importante, pero no lo es todo en la vida.
  • Desconectemos en cuanto salgamos de trabajar
  •  ¡No nos agotemos! El cansancio favorece nuestras equivocaciones y nos predispone al pesimismo y la derrota.
  •  No olvidemos que entre nuestros “derechos” en el trabajo también estarán:

§  El poder cambiar de opinión.

§  El cometer errores.

§  El decir “no lo sé”, sin avergonzarnos de ello.

§  Asumir que nos podemos equivocar y que habrá cosas que desconozcamos o no sepamos hacer.

§  Aceptar que, con frecuencia, las cosas llegan o se consiguen más tarde de lo que pensábamos.

§  Seguir confiando en nosotros después de un “aparente fracaso”.

§  Sonreír al máximo y NO SUFRAMOS INÚTILMENTE.

§  Las relaciones con nuestros jefes y nuestros compañeros serán más fructíferas y positivas cuando seamos capaces de decir “no” tantas veces como nos exija nuestra reflexión.

Nos ayudará mucho para este objetivo la siguiente regla de oro: ¡No caigamos en la provocación!

La psicología nos enseña que quien cae en la provocación, no controla sus emociones, y no es dueño de sus respuestas.

  • Actuemos con inteligencia emocional y conseguiremos que nuestro bienestar dependa de nosotros
  • ¡No nos castiguemos y nos llenemos de insatisfacción!
  • La peor forma de machacarnos es la de no dejar ninguna salida a nuestra esperanza.
  • ¡No estemos en venta!. No hay dinero para comprar nuestro sufrimiento

Conozco a muchas personas que algún momento de sus vidas quisieron comprarles, pero no conozco a nadie “con ética” que sea feliz después de haberse vendido.

  • No hablemos mal de nuestros compañeros Y NO LES PIDAMOS LO QUE NO NOS PUEDEN DAR. Recordemos el proverbio árabe “La herida causada por una lanza puede curar, pero la causada por la lengua es incurable”.
  • ¡No nos quedemos sin alegría! Recuperemos fuerzas con nuestro buen ánimo

Los psicólogos sabemos la importancia que tiene el HUMOR en nuestras vidas, también en nuestros trabajos.

  • ¡No nos fallemos a nosotros mismos! Somos nuestro principal valor y nuestro mejor compañero
  • Podemos superar que nuestras expectativas no se hagan realidad. Podemos asumir que habrá cosas que no podamos alcanzar, pero no podemos fallarnos en lo fundamental.

Seremos nuestros mejores “jefes” y nuestros principales compañeros cuando aprendamos a tratarnos con el cariño, EL HUMOR Y LA CONFIANZA y el afecto que nos merecemos.

  • La reflexión es la fuente del conocimiento. Tenemos que reservarnos todos los días 30 minutos
  •  Por último, recordemos que nuestro ánimo, nuestra confianza en nosotros mismos, nuestra seguridad en nuestros principios, nuestra forma de querernos y de cuidarnos, nuestro sentido común y nuestro sentido del humor, nos ayudarán a vivir nuestro trabajo y nuestra vida con toda la fuerza de nuestro optimismo y con toda la ilusión de nuestro realismo. Ya nos lo decía Rabindranath Tagore “La vida merece ser vivida con todo entusiasmo y alegría. Es el don más precioso que tenemos”.